En la mesa
La primera noche de campaña evangelística había terminado. Yiye Ávila había predicado y orado. Ahora era el momento de contar las ofrendas que se recogieron.
Vaciaron los gazofilacios sobre la mesa y el hermano Johnny iba a contar. El protocolo dictaba que con él estarían dos hermanos más. Ese día se había recogido bastante dinero. Mayormente eran pesetas pero había un par de dólares.
Contaron todo hasta literalmente el último centavo. Luego se agruparon los fajos de billetes de $1, $5, $10. Era raro ver uno de $20 pero esa noche había cuatro.
Se envolvieron las monedas en rollos de papel. El conteo dio $2,438.94. En el libro se anotaron $2,138.94. Como siempre, se dividirán las ofrendas en 75% para el evangelista y 25% para los pastores que apoyaron la campaña. Ellos se dividirán en partes iguales.
El libro iba al escritorio del pastor. Había que informar todo lo recaudado al concilio. Siempre se hacía así. Después el pastor le pasaba par de $20 a Johnny, el tesorero, el hermano mas confiable de la iglesia…
Johnny manejaba también la tienda de la iglesia que esa noche había recaudado unos $300 en la venta de frituras y refrescos. Desde la masa para las alcapurrías hasta los refrescos, todo era donado por los hermanos. De esos $300 se reportaron $280 en el libro.
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