El color violeta

El culto comenzó y el hermano Johnny iba a tomar la parte del devocional. Cuando subió al púlpito saludó a los hermanos e iba comenzar a cantar los coros. 


Silvia haló la falda de su mamá — Mami Johnny tiene un color violeta.


La mamá de Silvia no le prestó atención. Silvia a cada rato decía que veía colores en algunas partes. De seguro los programas de Plaza Sésamo estaban haciendo su efecto en el aprendizaje. Con solo cuatro años Silvia ya sabía mencionar los colores y podía contar hasta 20. Estaba más que lista para el kinder. El culto siguió como de costumbre. 


Silvia era una niña brillante. Se puede decir que sacó mucho de su papá al que no había visto nunca. No estuvo ahí cuando nació. Desde que se enteró que Sonia estaba embarazada decidió desaparecer así que Sonia la crió sola. Ir a la iglesia la ayudaba a paliar la soledad de criar sola. Allí los hermanos eran como sus tíos y los mayores eran como abuelos. El hermano Johnny era uno de los abuelos. Luego de su funeral todos extrañaban al viejito del pelo blanco. Pero como buena familia pentecostal ayudaron a las hermana Teresa a pasar por el proceso del duelo. 



La mamá de Silvia sintió un vuelco en el corazón cuando escuchó a su hija decir “Mami Teresa tiene un color violeta”. Hacía cinco meses le había dicho lo mismo de Johnny y él murió par de días después de eso. Pero ahora decía lo mismo sobre la hermana Teresa. 


Mamá le pasó la mano sobre su pelo rizado. —  ¿Color violeta? 


Violeta — dijo Silvia mirando a su mamá con los ojos abiertos.


El culto siguió normal pero la mamá de Silvia no podía dejar de pensar en lo que dijo la nena. Se pasó mirando en dirección de la Hermana Teresa. Se veía bien. Todavía estaba en el proceso del duelo pero era visitada a diario por sus hijas y los hermanos a cada rato hacían cultos en su casa. Si algo tenía bueno esa iglesia era esa unidad filial donde se ayudaban unos a otros en esos momentos. 

 

La hermana Teresa falleció varios días después. Una de sus hijas fue a la casa y cuando trató de despertarla se dio cuenta. Durante el funeral, la mamá de Silvia no podía dejar de pensar en lo que dijo su hija días antes de la muerte de Johnny y lo repitió 8 días atrás en el culto cuando la Hermana Teresa fue a tomar parte para leer la Biblia. 


Ahora, cada vez que iba a la iglesia la mamá de Silvia se ponía nerviosa cada vez que alguien iba a tomar parte. El corazón le saltaba cuando Silvia le halaba la falda para decirle algo. Por un tiempo consideró dejar a Silvia en la casa con su hermana pero eso no estaba bien. Además pensaba que tal vez era casualidad. Johnny y Teresa estaban casados y Silvia tal vez pensó lo mismo sobre el “color violeta” cuando vio a Teresa porque le recordó a Johnny. Quién sabe...






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