El Rapto
Era viernes y el culto de jóvenes estaba por empezar. Esa noche teníamos una sorpresa preparada que ni el mismo pastor sabía, el drama del rapto
Lidia la vicepresidente de jóvenes comenzó el culto con una oración. Los músicos estaban listos para tocar el devocional.
—Dios les bendiga hermanos.
—“Amén”, contestó la congregación.
—Vamos a tener aquí a la hermana Ruth y a la hermana Yadira con un especial antes de entregarle a la predicación.
Todo era un culto normal. Las Hermanas Ruth y Yadira comenzaron a cantar “Despierta”. Algunos hermanos cerraban los ojos con devoción cuando de momento se apagó la luz y se escucharon unos pasos. Luego se escuchó un golpe seco. Algunas hermanas gritaron de susto. Se escuchó a alguien cayendo por las escaleras al lado de la iglesia. Cuando regresó la luz Yadira y Ruth no estaban. Los músicos estaban asustados y el pastor estaba mirando asustado a todas partes. Un grupo de jóvenes había desaparecido. El drama de El Rapto había comenzado.
Lisie se paró y comenzó a decir—”¡Me quedé! ¡Me quedé!
Algunos hermanos comenzaron a verse preocupados. El pastor miró afuera y se dió cuenta de lo que estaba pasando.
—¿Dios mío porqué me quedé?— Luisito le puso emoción al drama y casi lloraba.
Cada uno de los jóvenes se paraba a decir su parte lamentándose porque se había quedado en el rapto. Poco a poco los hermanos fueron dándose cuenta que era un drama. Se podían ver caras de alivio. Pero afuera del templo había un par de caras de dolor.
Todo había sido ensayado meticulosamente las semanas anteriores. La noche había llegado y esta noche iba a ocurrir El Rapto dramatizado.
Todo salió según lo ensayado hasta la parte del himno. En ese momento se iban a apagar las luces varios de los jóvenes iban a salir corriendo por la puerta lateral y bajar las escaleras. Varios se iban a quedar sentados e iban a dramatizar que se habían quedado en el rapto.
Todo iba a ser sorpresa. Nunca le dijimos al pastor ni a ninguno de los hermanos. Queríamos hacer de esto un drama lo más real posible. Ensayamos varias veces el momento en que se iban a apagar las luces. Cada cual iba a correr pero esa noche no ocurrió lo que esperábamos. Creo que el problema fue que todos los ensayos se hicieron de día.
Tan pronto se apagaron las luces los muchachos que se suponía que corrieran por el lado de la de la iglesia corrieron pero Alberto se chocó con el marco de la puerta y se partió el labio y un diente. Javier que ya había pasado delante de él y comenzó a bajar las escaleras pero dio un traspié, empezó a caer y cayó abajo todo machucado y golpeado. Ruth y Yadira que se supone que corrieran también no les pasó nada porque fueron las últimas que salieron. Afuera estaba Javier todo machucado y con medio diente partido en la parte de abajo de la escalera.
Cuándo se prendieron las luces se suponía que el hermano Alex comenzara a decir “¿Oh Dios mío porqué me quedé?” Pero al ver a Alberto tirado en el piso afuera le entró un ataque de risa y no pudo decir la línea así que bajó la cabeza e hizo como que estaba llorando pero en realidad estaba conteniendo la risa tapándose la cara. Los muchachos que estaban tocando la música también al ver Alberto tirado ahí y a Javier riéndose les entró un ataque de risa también y no pudieron comenzar a decir lo que les tocaba del drama. Los otros jóvenes que sabían comenzaron a reírse. Los que no sabían estaban confundidos así como el resto de la iglesia que no sabían porque luego de un apagón de un momento y lo que aparentaba ser El Rapto los jóvenes les entró un ataque de risa.
El pastor estaba confundido mirando para un lado y para el otro viendo a los jóvenes riéndose y Alberto con la boca partida mientras uno de los jóvenes trataba de ayudarlos para parar el sangrado. Abajo los muchachos estaban con Javier ayudándolo a ponerse de pie.
El pastor miraba por la ventana de la iglesia hacia abajo y al ver que ya estaban atendiendo a Alberto y a Javier se acomodó en la silla. En la iglesia se seguía tratando de seguir con el drama unos hablando y diciendo las líneas conteniendo la risa.
Los hermanos en la iglesia no sabían que estaba pasando porque la escalera por la que salieron los muchachos estaba al frente del templo cerca del altar. Abajo estaba un poco alumbrado. Ellos veían a los jóvenes tratando de decir sus líneas con las voces temblando pero no era miedo sino tratando de contener la risa.
Esa noche luego del drama le tocaba predicar a Sarita. El mensaje era sobre El Rapto.
Mientras Sarita predicaba el pastor salió afuera a ver a Alberto y a Javier. Ya el sangrado de Alberto se había parado. El golpe seco que se había escuchado fue cuando chocó contra el marco de la puerta. Pero así mareado bajó las escaleras y de milagro no se cayó.
El recuerdo de esa noche no se nos olvidó nunca. Algunos de los muchachos ya no están con nosotros. Pero cada vez que Alberto toma una parte para predicar o cantar o se ríe ahí está el diente picado en diagonal testimonio de El Rapto de hace diez años atrás.

Comments
Post a Comment