El Límite

A lo largo de mi vida he visto obras de ciencia ficción sobre el viaje en el tiempo. Las leo por entretenimiento y para ver cuánto se acercan a la realidad. Viajar en el tiempo no es ficción. Me consta de personal conocimiento pues ví los experimentos iniciales de cómo se hace. Lamentablemente no puedo hablar de eso en público y lo dejo en éste diario escrito a mano porque no puedo publicarlo en ningún medio electrónico. Toda mi carrera como profesor he guardado este secreto que tiene que saberse. 


Hace décadas atrás cuando era un joven militar me citaron a la oficina del general de la brigada. En ese tiempo una citación asi podría ser un regaño o una misión especial. Al entrar a la oficina se me informó que  había sido seleccionado para un programa experimental. Mis conocimientos en física y mi estado físico me dieron una oportunidad única. No solo podría experimentar física teóricamente sino que también sería parte de un experimento. Ese día formé parte de la Unidad de Investigaciones Cronológicas del Ejército. 


Se me hicieron varias pruebas teóricas y físicas que pasé sin problemas. Cuando entré aprendí de varios experimentos que ya estaban en desarrollo. Cuando ví de lo que se trataba rápido entendí, el ejército estaba experimentado con viajar en el tiempo. Cada miembro seleccionado para ser parte del experimento tomaba unos entrenamientos específicos. Algo que note es que cada día habiamos menos soldados en el area que se nos asignó para alojarnos. Cada vez que un soldado le tocaba su turno no lo volvíamos a ver. Como el experimento era con el tiempo pensábamos que tal vez se quedaban en el futuro o el pasado. Yo sinceramente no sabia que iba a pasar pero esperaba el día de mi turno. A todos se nos asignaba una fecha y ese día “desapareceríamos”. 

Durante el tiempo que estábamos se nos explicó como iba a ser la cosa. Literalmente íbamos a viajar en una maquina del tiempo. Se nos explicó la teoría detrás del concepto y se nos mostró los planos y la maquina para que entendiéramos que iba a pasar. Sé veía relativamente seguro. Lo que no se nos explicaba era que pasaba después del viaje. 

Mi día llegó. Por fin iba poder entrar a la máquina del tiempo. La Unidad de Investigaciones Cronológicas del Ejército había diseñado un transporte para viajar en el tiempo que estaba probando con humanos. No podía contener mi emoción y no podía esperar. Tras meses de entrenamiento y estudios en teoría motocronológica por fin iba a experimentar de primera mano lo que veía en libros. Una mezcla de miedo y anticipación crecía conforme se acercaba mi fecha. 



Año 2027

La UIC había comenzado como un experimento teórico en la Universidad de Stanford en el 2011. Luego de que se descubriera en el Colisionador de Hadrones la existencia de otras partículas se descubrió también la existencia de otras dimensiones. También se descubrió que algunas partículas desaparecían y aparecían varios días o semanas después. Esto despertó  la curiosidad científica y llevo a la hipótesis de que las partículas caían en otra dimensión y "rebotaban" a la nuestra. Esa dimension era el tiempo. La aceleración de partículas llevó al descubrimiento del viaje en el tiempo. El Pentágono escuchó de los experimentos y los resultados y decidió colaborar. Durante varios años se financió el proyecto experimental con dinero federal. Finalmente terminaron comprando todo el equipo que usaba la universidad para los experimentos y moviendo los experimentos a una base militar sin identificar. Yo era parte de esa base. El mundo no sabría nunca del descubrimiento que se hizo en Stanford. Ese año recibieron la mayor cantidad de donativos gubernamentales y filantrópicos de la historia. Fueron billones en dinero recibido. A cambio del dinero todas las personas que participaron de los proyectos recibieron contratos con el ejército, dinero y tenían que firmar un Acuerdo de No Divulgación. 


Todo comenzó con una teoría


Según la teoría de desplazamiento cronológico, el viaje en el tiempo sería posible siempre y cuando se pudieran acelerar las partículas de un ser viviente durante un tramo de al menos diez millas a tres veces la velocidad del sonido dentro de un campo magnético para evitar el colapso de las células. El campo tenía que ser continuo durante todo el trayecto. El trayecto tenía que hacerse en dirección sureste contrario al flujo del campo magnético de la tierra. Todo se hacía dentro de un tubo sellado al vacío. Dentro del tubo había una cápsula a la que le decían "el trineo". El trineo se impulsaba por magnetismo para evitar la perdida de velocidad por fricción. El "trineo" era movido a la velocidad requerida mediante magnetismo. Una serie de imanes gigantes como los del colisionador impulsaba el trineo como una resortera y lo lanzaba a otra dimensión, el tiempo futuro.


El concepto era como el del colisionador de hadrones excepto que las partículas no chocarían con nada sino que al final del trayecto serían "lanzadas". Además era un tramo recto. Teóricamente pasarían a otro estado (dimensión).


Al principio los primeros experimentos hacían que las cosas inanimadas se encendieran por combustión o cambiaban la composición química. Cuando se logró ajustar la velocidad y modificar el tramo los objetos cambiaban de diversas maneras. Los elementos quedaban transformados en otros elementos o adquirían otras propiedades. Era el sueño de los alquimistas excepto que nada se transformaba en oro.


La curiosidad científica llevó a probar qué pasaría con seres vivientes cuando se aceleraban en "la resortera" que era el término que usábamos los soldados para referirnos al impulsador magnético. Cuando probaron con seres vivos fue horripilante. Los ratones salían con patas demás, deformados, algunos explotaban. El experimento se iba a dar por concluido hasta el día que desapareció el Ratón #41.


No se quemó, no explotó, no cambió, simplemente desapareció. Desapareció como las partículas que desaparecían en el colisionador. El experimento se detuvo un tiempo buscando explicaciones. Hasta ahora ningún objeto había desaparecido y un ser viviente desapareció.


Pasaron tres días y al abrir el laboratorio los científicos encuentran al ratón #41 en el arnés. Estaba intacto. Le hicieron pruebas y más pruebas. Finalmente lo disectaron para ver sus órganos. Todo estaba normal.


Había que repetir el experimento con las mismas variables para ver qué pasaba. Se fijó todo tal y como se hizo con el ratón #41. El ratón #42 se colocó en el arnés, se preparó el equipo se lanzó y desapareció como el ratón #41. El ratón #42 apareció exactamente tres días después y terminó igual que el 41. Cuando se ajustaron las variables con los ratones 43 al 44 se descubrió que a mayor aceleración, más días tardaban en aparecer. Entonces se probó que la dimensión a la que viajaban no era otra más que el tiempo futuro. Lo que todavía no se podía explicar era porqué volvían a aparecer en el arnés.



4 de abril del año 2028

Los experimentos con ratones pasaron a ser experimentos con conejos, y monos. Se descubrió que los seres vivientes que eran lanzados con la resortera magnética estaban viajando en el tiempo hacia el futuro, que el futuro era una de las 11 dimensiones teóricas y la única que se había comprobado que existe. Cuando algo o alguien es lanzado a un punto en el futuro se queda ahí hasta que el presente llega a ese punto y "aparece". Es como ir en un vehículo en movimiento y lanzar un objeto hacia adelante. El objeto viaja más rápido que el vehiculo y cae en un punto y se queda ahí hasta que el vehículo lo alcanza. 


Como este es mi diario personal estoy resumiendo miles de páginas y años de estudio. Pero en mi biblioteca podrán hallar los libros y libretas con apuntes en el último estante en la parte inferior. 


Finalmente se decidió hacer la prueba con un ser humano. El día 3 de abril del año 2028 se lanzó al primer ser humano en el tiempo. Se calibró la resortera para que fuera "lanzado" una día hacia el futuro. Se lanzó hacia el 4 de abril del 2028. Si el experimento salía bien se podría documentar que había o que se veía en el futuro. 

"Los vi a ustedes"

El 4 abril del 2028 a las 15:30 el teniente Roman Nelson apareció nuevamente en "el trineo" la cápsula que viajaba en un tubo sellado al vacío y era impulsada por magnetismo. Se esperaba que apareciera de acuerdo a los modelos teóricos. Apareció tal como se había previsto.


Los científicos lo abordaron y la primera pregunta fue—¿¡¡Que viste!!?


—Los ví a ustedes.— Contestó.


—¿A nosotros?


El teniente dijo que cuando fue impulsado sintió una pesadez como sueño y cerró los ojos. Cuando los abrió se vio nuevamente en el trineo. Salió y ahí estaba en el laboratorio y cuando trató de hablar con los científicos solo los veía tomando apuntes y mirando hacia el tubo y hablando entre ellos. Era como si no estuviera allí, no lo escuchaban pero se fijó en las notas del Dr. Samson.


Al llegar dijo que el Dr. Samson había escrito un apunte, la fecha del 12 de mayo en un papel y anotó la palabra "cumpleaños".


El Dr. Samson se sorprendió porque en verdad había hecho esa nota para luego apuntarla en su agenda. Se descubrió que el viajante en el tiempo podía observar pero no interactuar con el mundo físico. De hecho no estaba de manera física sino en un estado intermedio entre lo físico y lo no físico. Era como un fantasma.

El Teniente Neill luego dice que caminó y pudo ver los relojes y el calendario con la fecha del 3 de abril. Los segundos pasaban normalmente. Algo que notó fue que no podía interactuar con nada físico. De hecho cuando fue a la puerta para abrirla su mano apretó y en vez de tocar la perilla se cerró como si estuviera agarrando el aire. Decidió probar y caminó a través de la puerta como si fuera un fantasma. Caminó por el pasillo y salió fuera. Entró a otro edificio. Caminó por varias partes de la base como un fantasma sin poder interactuar con nada ni nadie. Traspasaba objetos y paredes. Caminó frente a una persona y la traspasó caminando y ahí notó que la persona hizo un gesto como que sentía frío. Mas bien un escalofrío. 

Fue al área de descanso de los soldados y fue a un grupo donde estaban hablando y tocó a uno de ellos. El hombre sintió como que se le pararon los pelos en esa área y como que hacía frío. Se frotó el área donde lo tocó Nelson para calentarla con la fricción. Miró alrededor porque sintió que lo habían tocado. Frunció el entrecejo extrañado y siguió hablando con los compañeros. 

Neill continuó caminando por la base. Era como un fantasma. Nadie lo veía y no podía interactuar con objetos físicos. En su mente trataba de buscar que teorías científicas podrían explicar esto. Tal vez ésta es la explicación para los “fantasmas” y las sensaciones de la gente cuando tienen encuentros con seres de otro mundo. Tal vez los fantasmas son seres de otra dimensión interactuando con la dimensión física. Pero entonces eso significa que hay otros seres que ya descubrieron las otras dimensiones y son capaces de viajar en el espacio además de en el tiempo más lejos que lo que él estaba logrando. ¿Qué otras dimensiones habrá? 

Nelson contó que su día lo pasó caminando, mirando y tocando cosas. Ya no estaba tocando personas porque veía que les causaba incomodidad. Regresó al laboratorio. Ya era de noche y él había salido a las 8:33 de la mañana así que debía regresar al trineo a esa hora el día 4. Pasaron las horas y llegaron las primeras personas al laboratorio a las 5:00. Él podía verlos a todos y tocó a dos que estaban uno al lado del otro en el brazo. Ambos sintieron lo mismo y se preguntaron qué sería aquello. Lo hizo adrede para explicarles cuando pudiera volver a interactuar físicamente pues si hablaba no salía nada de su boca, ningún sonido. 

Exactamente a las 8:33 sintió un sueño profundo, cerró los ojos y cuando los abrió estaba en el trineo. Los científicos miraron asombrados como comenzó a aparecer en el asiento una silueta sin forma que luego fue tomando la forma de Neill y se materializó. 


El día que me tocó  a mi me enviaron por tres dias. Me pasó igual que a Nelson pero note que no me daba sueño. Vi el sol esconderse y salir dos veces y estaba conciente todo el tiempo pero no dormí ni un minuto. Cuando se cumplió mi plazo de tiempo también sentí un sueño y cerré los ojos pero cuando los abrí estaba en una cama del area medical del complejo experimental. Al despertar me dijeron que dormí por 24 horas. Se descubrió entonces que al viajar en el tiempo se mantiene la conciencia activa y en un suspenso. Como el cerebro no esta en estado físico la conciencia se mantiene suspendida pero tan pronto se materializa todo el tiempo que no tuvo descanso lo siente instantáneamente. Por el momento el viaje al futuro habria que mantenerlo limitado a unas 24 horas que era el periodo más seguro para evitar que se afectara el cerebro. Con mi caso se limitó la exposición en el viaje.


Luego del experimento s me instruyó a no divulgar nada a nadie. Ni siquiera podía contactar a los compañeros soldados que estuvieron conmigo en esos dias.  Me transfirieron de la base al otro día. Desaparecí. 


Cumplí mi servicio militar y me fui a la academia donde enseñ física teorica hasta que me retire. Hoy ya convertido en un anciano dejo esta memoria para que conste que el viaje en el tiempo existe y fui uno de los primero que lo experimentó. Nunca hablé con nadie de esto hasta el día de hoy que dejo en estas páginas la memoria de aquella aventura. 


Todavía me pregunto cómo habrá avanzado el experimento. ¿Habrán superado el límite de las 24 horas? 


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