El Hermano Rafa
Yo se que la Biblia me dice que no debo llamar hermano a una persona que no viva como Dios manda y que no esté convertido. Pero, ¿de qué otra manera podía llamar a Rafa que lleva más de veinte años viniendo a la iglesia fielmente aunque él decía que no quería ser miembro de la iglesia? Yo siempre le decía “Hermano Rafa”. Rafael llegó un día a nuestra iglesia después de una de las campañas de Yiye Ávila. Fue allá en los años ‘80. Nuestra iglesia era una de las auspiciadoras y yo fui uno de los ujieres. Todavía recuerdo la noche que vino con su esposa Milagros. Se sentaron y ella se veía tan contenta esa noche. La noche anterior cuando el hermano Yiye dijo “¡Y por sus llagas fuisteis sanados!” algunas personas que estaban en el parque se cayeron para atrás, otros comenzaron a saltar de un lado a otro, otras danzaban en el Espíritu y hablaban lenguas. Milagros dice que ella empezó a sentir un calentón en el área del hígado. Ella había sido diagnosticada con cáncer de híga...